2/06/2014

El extranjero, de A.Camus

El extranjero nos relata la historia de Meursault, un hombre adulto con una vida normal y monótona. Pero la personalidad de Meursault hará que su vida parezca la más extraña. Siente total indiferencia hacia todo y todos. Le da igual todo lo que pueda pasar, y lo asimila todo sin ningún problema.
Apenas en ciertos momentos a lo largo de la breve novela tiene sentimientos fuera de esta gama cromática de emociones. Estos sentimientos aparecen cuando, movido por el azar y las circunstancias lo permiten, comete un asesinato, y es a partir del juicio y de su estancia en la cárcel previa a su ejecución, cuando se da cuenta de todo aquello. 

Su falta de reacciones propias de los hombres se demuestran desde el principio del libro, con la muerte de su madre, que no le causa más que sueño y sofocos, que incluso están provocados más bien por el calor. Ésa es la actitud que siente hacia todos los acontecimientos de su vida, con mayor o menos asombro. Apatía hacia su trabajo, hacia sus amigos, hacia sus vecinos, hacia Marie, una mujer con la que mantiene una relación (ignoro si era su novia en todos los sentidos de la palabra pues en ningún momento se confirma), etc. Las escasas ocasiones en las que experimenta nuevas sensaciones son fruto de sus reflexiones en la cárcel, lo cual es una completa ironía, porque casualmente, le declararon culpable no por culpa del asesinato cometido, sino por la tranquilidad e insensibilidad mostrada el día de la muerte de su madre, aunque obviamente a efectos legales, le dictaminan responsable del crimen. Es decir, que cuando le culpabilizan (moralmente) por falta de escrúpulos, es cuando comienza a sentir realmente. De todas maneras, mantiene su actitud serena y pasiva hacia la muerte, que acepta como algo natural, propio del orden de las cosas.

No sé si era la intención de Camus, pero creo que el libro, además de reflejar una de las millones de personalidades existentes en el mundo, pretendía realizar una crítica. Crítica a todas aquellas personas que juzgan si no entras en los estereotipos sociales. En este caso, esa persona cobra forma humana con el fiscal de juicio, quien hace especial atención siempre en que están juzgando no a un asesino formado por la casualidad, sino a un monstruo inconmovible y frío de corazón, solamente porque es alguien indiferente hacia la vida. Por otro lado, las últimas reflexiones del libro son brutales y realmente profundas, marcadas por su cólera y su rabia, que hacen de sus cavilaciones algo apasionante de leer. 

Respecto al estilo del libro, se puede decir que es muy sencillo al principio, y que a medida que avanza, su lenguaje aumenta de nivel, llegando a tener numerosas metáforas y elipsis que pueden hacer su lectura algo difícil, pero no pesada. 
Por Fadi, 1º Bac

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