Marina, de C. Ruiz Zafón

Situémonos a finales de los sesenta, Óscar Drai  es un joven que vivía en un internado y que en su tiempo libre vagaba por las calles de Barcelona. Un día en uno de esos paseos, algo le llevó a entrar en un gran y tenebroso caserón abandonado del bosque de Sarriá, tras curiosear un poco, se llevó por error un viejo reloj. Decidió devolverlo al día siguiente. Así fue como conoció a su querida Marina y a su padre Germán. Ahí empezó todo, y ellos ni siquiera lo intuían. Óscar empezó a ir día a día a verles, y llegó un momento en el que ya era imposible calmar sus ansias de verla, un solo segundo sin ella le quemaba por dentro, corroyéndole como un ácido en su corazón.

Comenzaron una aventura juntos, que les marcaría para siempre. Todo empezó al observar a una mujer que le lloraba a una tumba sin nombre. Esta tumba pertenece a Mijail Kolvenik, un doctor obsesionado con las personas enfermas ideando máquinas para devolver a la vida a cuerpos inertes, a desafiar a la naturaleza y el gran amor de esta mujer, que acabará trágicamente. El misterio no paraba de crecer, pues había muchas personas implicadas, y todos escondían algo. Cuando se dieron cuenta, ya no había vuelta atrás. Se vieron envueltos en situaciones escalofriantes, pero lo realmente duro, terrorífico y poco cuerdo llegaría más tarde, al descubrir el tenebroso desenlace. ¿Qué será lo que esconde esta historia? ¿Conseguiría Kolvenik realizar su propósito? ¿Y Marina y Óscar? ¿Cómo acabará ese dulce amor?

Este libro trata paralelamente dos historias. Con mucha diferencia, la que más me gustó fue el amor entre Óscar y Marina, que es entristecedora y muy tierna a la vez, pues me ha transmitido muchos sentimientos a medida que avanza el libro. Con respecto a la otra historia, hubo partes en su desarrollo que de la forma en que estaban redactadas, hicieron que perdiera un poco el interés en ellas, demasiados nombres y demasiados cabos sueltos, hasta el final, que es cuando realmente comprendes todo. Definitivamente, el final es lo mejor de todo el libro.

Por Andrea, 1º BAC