
Con ella todos nos podemos sentir identificados, sentimos la frustración de querer y no poder; de desear arreglar el mundo, sin saber qué hacer con nuestras vidas; sentimos esa adversidad entre lo que necesitamos hacer y lo que realmente debemos hacer o, simplemente, lo que los demás esperan que hagamos.
Este libro nos habla de la seguridad que nos pueden dar los países occidentales y a la vez, a la inseguridad a la que nos exponen al salir de los mismos. Nada lo describe mejor que una frase que nos adjunta el autor en la primera parte del libro: ‘La diferencia entre la pobreza y la riqueza son ocho horas de vuelo y cincuenta años de historia’.
En mi opinión es un libro bastante interesante, para los que, como en mi caso, se estén buscando a sí mismos y lo dan todo por esta causa, ‘para todos los que están en ello, y creen en ello, y darían incluso la vida por ello’.
Por Lara, 4º ESO
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