Nora es una joven estudiante de medicina, que de camino a una fiesta de disfraces, se encuentra con Max, también estudiante de medicina, pero de otra época diferente, el siglo XVIII. Este tiene todo el cuerpo lleno de cicatrices, de las cuales no conoce las causas y, lo que es peor, no sabe quién es. Después de que Nora lo siguiera a través de un pasadizo, llegan al mundo de Max. Allí vivirán muchas aventuras, alternadas con su historia de amor. Pero todo se complicará cuando descubran a la criatura que ha creado el doctor y amigo de Max, Viktor Frankenstein, de la que se tendrán que ocupar.
Esta es una obra muy interesante, homenaje a la novela de Mary Shelley, Frankenstein o El moderno Prometeo. Es muy fácil de leer, ya que tiene un vocabulario sencillo y claro. Su lectura te engancha desde el primero momento y, al no saber qué va a pasar, tienes ganas de seguir leyendo para descubrirlo. Cuenta con unos personajes muy bien descritos, tanto física como psicológicamente, y con los que es muy fácil empatizar, aunque no estés de acuerdo con algunos de sus comportamientos. También tiene unas muy buenas descripciones de los lugares, sobre todo de los de la época de Max, que te hacen viajar a ese tiempo e imaginar cómo vivían y como eran sus casas, su manera de viajar, su ropa…
A mí me ha gustado mucho este libro. Me parecen muy interesantes los valores que transmite, como la lucha por la igualdad en todos los ámbitos de la mujer y el hombre, en este caso, personificada por Nora, que al ser de una época más moderna, intenta transmitirlos a las personas del siglo XVIII. También trata el tema de la responsabilidad y de saber que lo que haces va a tener unas consecuencias y que deberás atenerte a ellas, explicado a través de la irresponsabilidad de Viktor al dejar abandonada a la criatura que había creado, sin preocuparse de lo que podría pasar. Yo recomendaría esta obra a las personas que siempre empiezan a leer un libro y lo dejan por la mitad porque se cansan de leer, ya que tiene una lectura muy sencilla y que te engancha desde el primer capítulo. Yo lo volvería a leer muchas más veces para fijarme en todos los detalles y disfrutar otra vez de la maravillosa historia que cuenta.
Por Antía, 1º BAC
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